Una vez más, salgo contento con una de las películas tocadas por el inteligente Paul Haggis. Yo diría, además, que es una de las mejores.
Sabe tratar el tema de la guerra de Irak sin hacer pancarta ni ponerse en el extremo. Esto me parece cine útil. Muchas veces me pregunto, cuando veo películas como Battle for Haditha, ¿para quién se hacen? La gente que ya está concienciada en el sentido del film no necesita demasiado, a veces sirve para conseguir una visión compleja, al menos, pero lo que está claro es que un espectador que a priori tiene una opinión contraria va a rechazar la película desde el principio, no consiguiendo así ningún efecto sobre él. Lo mismo pasa con los documentales de Michael Moore. No se entiende su función.
Sin embargo, En el valle de Elah sí es útil. Una persona de opiniones contrarias puede entrar perfectamente en la película y encontrar su propio lugar en ella con la actitud de algunos personajes (el protagonista incluído) porque ya sabemos que Haggis sabe guardarse la hostia para el último momento. Me gusta que este guionista sepa tratar temas éticos sin sacar la pancarta ni gritar, sino desde el sentido común, pues eso sí va a llegar a mucha gente.
Otro acierto es que el protagonista no dé un cambio radical, no tenga una transformación completa al final de la película y se ponga a votar a Hilary Clinton. No. Eso sería un fraude. Es verdad que a la vista de los hechos contundentes el pobre hombre termina desencantado como se ve en el último plano de la bandera, tan excesivo como bello, pero su transformación es la mínima que cabe esperar después de perder a dos hijos, y a uno de ellos “perderlo” incluso antes de que muriera.
Para que esto funcione bien necesitamos a Tommy Lee Jones en el mejor papel de su carrera. ¡Nominación al Oscar por favor! No sé como estará Brad Pitt pero definitivamente la copa Volpi suena a robada. Su cara descompuesta, su actitud marcial, su forma de contar un cuento. Todo. Inmenso. Sin él la película no habría sido la mitad de buena.
Con Charlize Theron me retracto (es lo bueno de hacer precrítica, que dejas los prejuicios por escrito y no te los llevas a la sala de cine). Una interpretación impecable, una policía muy creíble. Susan Sarandon poco pero muy bien.
Todo muy creíble y muy en su medida. Quizá me parece un poco excesiva la escena del soldado confesándolo todo. Una cosa es que se le hagan gracia los hechos y otra que no se corte delante del padre de la víctima, con el que hasta ese momento había sido muy correcto y dispuesto.
Me gusta que no se recalque que el protagonista estaba equivocado con respecto a que no se mata a quien combate a tu lado. Sobrecogedora la escena del atropello del chaval, me vale por un documental entero lleno de tiros al pecho.
Muy bien, si acaso, no todo lo ágil que pudiera ser. Una película que necesitará un segundo visionado para afinar nota.