Crítica de la película Descubriendo Nunca Jamás por Iñaki Ortiz

Las premisas son bastante desalentadoras. Marc Forster en la dirección, y a los que “Monster’s Ball” nos pareció en su día una película torpe de brocha gorda no podemos esperar demasiado de su nueva película, y vistas las imágenes parece que no se luce precisamente en el apartado visual. Además la película está basada en una obra de teatro (ya empiezo a desconfiar más). El autor de esta obra, desconozco si ha hecho alguna otra obra de teatro pero al menos ninguna llevada al cine. El guionista que se encarga de adaptarlo es totalmente novato.

Por si esto fuera poco, se trata de otra de esas historias sobre un autor famoso, en este caso, Sir James Matthew Barrie, el creador de Peter Pan. Que digo yo que ya está bien, que una cosa es hacerlo con Shakespeare, que muy bonito lo de comparar a la obra y al autor, y otra poner la máquina de Hollywood a trabajar, me valió “Las Horas” porque era una apuesta diferente, pero esta película suena a prefabricada que da gusto. Para más inri, a título personal, no me gusta mucho la historia de Peter Pan, y desde que sirviera para dar luz a una de las peores películas de Spielberg le tengo más tirria todavía.

Cuando vi el trailer en el cine, aun no conociendo nada de esta película, me pareció una sosez más de esas a las que nos tienen acostumbrados los chicos de la meca del cine. Con la estrella de turno, en este caso Johnny Deep. Por cierto que yo entiendo perfectamente a este actor, le pagan una pasta por hacer esa caricatura de pirata y lejos de necesitar otros papeles para justificar su calidad, le nominan directamente por eso. Así para qué quiere más. Luego siempre puede meter la directa en una de Tim Burton, como seguramente hará en “Chocolate...”. Vamos, que lo sabe hacer bien, y ha hecho papeles interesantes, pero tampoco pienso yo que sea la repanocha.

Total, que con todo esto uno se encuentra con que la película está hipernominada a los Oscars, y que se la tiene en cuenta, y que no se habla mal de ella. Y esto me lleva a no atreverme a calcarle las dos estrellas, porque algo tendrá el agua cuando la bendicen, tan mala no será. Que lo mismo hasta le coloco cuatro en la post. Pero, queridos lectores, no quiero apostar por una película sólo por lo que se diga de ella. Tres, y a la espera de lo que resulta.



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