Crítica de la película La Señal por Iñaki Ortiz

La Señal llega a nuestros cines tras un viaje atropellado, y no me refiero a saltar el charco. El proyecto nace del argentino Eduardo Mignogna, que quiere adaptar su propia novela y se pone manos a la obra, pero desgraciadamente, se muere. Se trata del director de películas como Sol de otoño o El viento.

El reparto ya estaba listo con el conocido Ricardo Darín al frente, uno de los más conocidos actores argentinos. Le hemos visto hace poco en La educación de las hadas, El aura o Luna de Avellaneda, aunque quizá su película más famosa sea El hijo de la novia. Un actor que consigue que casi todas sus películas sean un éxito, no sé si por sus elecciones o por su aportación pero es así. Es el Tom Cruise argentino.

Pues bien, el actor, por petición expresa del equipo, toma las riendas del proyecto y se enfrenta a su primera película como director. Sospecho que es una tarea que le va a quedar un poco grande, que se dedicará a plasmar en imágenes el guión de Mignona de manera lógica y con cierto sentido común. Una dirección demasiado sobria para un cine negro clásico como este. Me temo que la película se va a quedar sosa. No estará sólo como director, le ayudará Martin Hodara, con quien ha trabajado en varias ocasiones, siendo este asistente del director. Tampoco creo que ayude demasiado, diría que está ahí más que nada para guiar en el oficio a Darín.

La película se ambienta a mediados del siglo XX, lo que siempre ayuda al cine negro clásico, que cada vez es menos creíble. Coincide con los últimos días de Evita Perón, lo que le da un cierto interés histórico. Veremos un poco más la Argentina de la época desde el prisma de una historia detectivesca.

En el reparto, el cómico de nariz prominente Diego Peretti, que es muy conocido allí por la televisión. Aquí lo hemos podido ver hace poco en ¿Quién dice que es fácil? o No sos vos, soy yo.

Para quien guste del cine argentino más formal y para quien no sea demasiado exigente con la originalidad y el talento.