El pequeño dragón Elfy y su amigo Kevin vuelven a conseguir un lugar en el mundo de Dragonhill con el malvado Séptimus de por medio, en esta co-produccion entre España y Polonia, en lo que es la continuación de "Dragonhill, la colina del dragón" (2002) de Ángel Izquierdo.
El éxito de la anterior película secunda esta que se nutre de un mundo mágico y sano donde los más pequeños vuelven a las historias de antes, sencillas pero llenas de seres diferentes y divertidos, donde el mal tiene un papel importante pero no desde la fiereza del miedo atroz.
Dibujo tradicional, colorido y vitalista que no cesa, dando oportunidad quizás a los mucho más pequeños de entrar en las salas sin tanta sensación de tensión, como en otras películas infantiles que últimamente jugan demasiado al lenguaje crispado. Bienvenida sea.