El comienzo de la película es para levantarse, aplaudir y salir de la sala porque ya has amortizado el precio de la entrada. Podría decir que el resto de la película no está a la altura, pero no sería justo.
Los detalles de dirección, todos. Cada plano sostenido, cada encuadre casual, que no se sabe como termina convirtiéndose en uno mucho más tradicional. Movimientos de cámara que transportan al espectador, siempre cerrando el mundo a lo que se quiere mostrar. Los contraplanos están de sobra. Un ambiente inquietante dentro de una película que no pretende ser un thriller, pero a veces lo es.
Un guión milimétrico. Cargado de detalles, muchos serán para el segundo visionado, y no sólo hablo de las incógnitas de la trama ¿los dibujos son del propio protagonista?, también me refiero a detalles que pensando después de la película te planteas si tal cosa estaba ahí por tal razón.
Además, a diferencia de Beiger, considero que los diálogos estaban sembrados. También es cierto que el doblaje no estaba muy acertado, a veces traducían algunas cosas un poco extrañas, a lo traductor google. Pero salvando eso, de lo cual no es culpable la película, los diálogos eran hiperrealistas. Lo malo que tiene eso es que estamos tan acostumbrados al recorte optimizado de diálogos que luego estos chirrían. Y cuidado que no digo que siempre deban ser así. El cine es cine y como tal no tiene por qué ceñirse a la realidad. Pero a veces está bien. Además no tiene miedo a que de primeras resulte extraño, ejemplo: cuando el protagonista habla por primera vez con el “antagonista” la conversación resulta fingida ¿pero cómo no se da cuenta el protagonista que la otra persona es un viejo conocido suyo? Debería captarlo por la conversación. Pero al final descubrimos que él desde el principio lo sabía y realmente estaba fingiendo. Muy bien.
Por añadidura, el mensaje. Por añadidura y no por base, como me gusta a mí. Burguesía europea. Podrida, mentirosa, etc. Y lo importante es el “etc”, los detalles adicionales. Quizá hemos visto muchas veces películas sobre la burguesía, pero también hemos visto muchas sobre el amor, la pobreza, etc. Lo importante es el tratamiento, en este caso, muy bueno.
Además una historia que sigue sus propias normas. Como con la escena del suicidio, maravillosa desde todos los puntos de vista. Diferente. Mezclando géneros y unificando estilos. Complicada a la par que sencilla. Además engloba varios temas.
Hasta aquí Haneke. Todo perfecto. Mi primer encuentro con él ha sido más que satisfactorio. Quiero más.
Por otro lado los actores. Muy bien todos ellos. La fotografía no me ha convencido, no he entendido la indefinición de algunos planos. Quizá se buscaba eso mismo, pero no me ha gustado.
Le voy a dar la máxima nota, aunque tengo muy claro que mi verdadera opinión no se podrá afincar hasta un segundo o tercer visionado. Entre otras cosas porque la segunda fila no es el mejor sitio para ver esta película.