Crítica de la película De Dioses y Hombres por Hypnos

La película, efectivamente, cuenta la vida de los denominados como los "mártires de Tibhirine", fantásticamente bien interpretados todos ellos.

Pero más allá de eso, la película se lanza a una fabulosa búsqueda sobre cuestiones absolutamente trascendentales para el ser humano y, más concretamente, para los cristianos. Reflexiona de manera muy lúcida sobre el concepto del mártir, de la entrega, pero no desde el punto de vista de una ética divina, sino desde el punto de vista más terrenal y más humano posible. Las reflexiones que cada uno de los monjes realizan para decidir si se quedan o se marchan van de cuestiones más transcendentales como pueden ser las del padre Christian a otras mucho más mundanas como la de alguno de los monjes que, sinceramente, no se marcha porque nadie le espera en ninguna parte.

Se mezcla el miedo con la fe. Una escena que identifica perfectamente lo que digo es la escena del helicóptero y la oración, en la que el director nos mantiene durante un par de minutos con una tensión increíble agarrado a la butaca.

Pero, sin duda, la escena más emocionante es esa recreación de la última cena con la música de Tchaikovski, otra vez el baile de los cisnes, con planos generales en los que vamos pasando a primeros planos para acabar en primerísimos planos con los monjes llorando y riendo, justo antes del secuestro.

La película está fantásticamente dirigida por Xavier Beauvois, que se toma su casi media hora para ir presentándonos el pueblo, la vida de los monjes, y ofrecernos un ritmo que en ningún momento dejará escapar, tensionando poco a poco desde el asesinato, crudo, seco y directo de los croatas.

Por último, muy bella la elección del plano final, desapareciendo en la nieve, sin necesidad de tener que demostrar las decapitaciones de los monjes, lo cual hubiese sido innecesario, al haber sabido jugar de manera inteligente con el tiempo narrativo en forma de testamento de Christian, el cual lo vimos muchos minutos antes escribiéndolo y con las imágenes de las tumbas. Todo un acierto de buen gusto en estos tiempos en los que parece que caminamos hacia la cultura de lo explícito.

Una muy buena película de esas que te dejan con el cuerpo y alma destrozados.