Crítica de la película G-Force: licencia para espiar por William Munny

Disney trata de seguir en su línea de unificar las historias de siempre, infantiles y de aventura, con las nuevas tecnologías que tratan de aumentar el buen contenido rico de films de animación que compiten por la espectacularidad. Esta película es sin duda una diseñada e ideal para los más pequeños, no tan interesante para los acompañantes adultos, pero que posee el carácter inocente con el que salvar el mundo hasta siendo educado.

El director es un novel en la dirección Hoyt Yeatman, eso sí con dilatada experiencia con los efectos especiales. Superdog o  Sky High una escuela de altos vuelos son los ejemplos más recientes dentro de este tipo de cine destinado a los infantes, pero como ejemplos de cine adulto tenemos Misión a Marte, Armageddon, Deep Rising o Con Air entre otras muchas.

Teniendo en cuenta pues que el destino es el entretenimiento de los pequeños de la casa, a los cuales les encantan los animales que hablan y además lo hacen sin parar con superrapidez y gestualidad humana, se trata de una de las opciones más correctas. Entretenimiento puro, poco de enseñanza, pero al menos poco también de incorrecciones o exageraciones que no entiendan demasiado bien. Una película de gran calidad técnica en la que no se van fijar ellos pero sí vamos a agradecer nosotros.

PD: Importantísima capadidad para interactuar con imágenes reales, perfectamente unidas y trabajadas para que parezca realmente cierto el mundo que nos propone.