La manía de los franceses por compartir amantes ha llegado al estremo de incluso hacer una película expresamente para ello. El resultado es una película floja pero divertida, acelerada pero eficaz a la hora de transmitir ese sentimiento de bondad de los personajes protagonistas normalmente utilizados por este cine.
Superando en detalles y diálogos a muchas comedias románticas de Hollywood, se muestra bastante inocente en algunas situaciones de chiste fácil que al menos no explota hasta la extenuación y sólo roza levemente.
Divertida y jovial, es digna de pasar un momento entretenido con ella, creada para esto y no repudiada por ello, un éxito.