Vaya por delante que me ha gustado mucho. Se agradecen mucho el uso de todo tipo de efectos visuales que se alejan del ordenador puro y duro. También hay que decir que cuando a Gondry se le deja sólo te acaba haciendo un montón de escenas demasiado videocliperas. Pero eso no es del todo malo en ésta película. Lo que pasa es que tengo la sensación de perdonarle a Gondry cosas en ésta película que, normalmente, no le perdonaría a ningún otro.
¿Qué tiene de especial ésta película entonces para ser perdonada? Creo que es las ganas de hacer cine que transmite. La película es muy personal y está hecha con entusiasmo. Gondry trabaja cuidadosamente los personajes y sus relaciones. Además, en ningún momento nos engaña ni intenta metérnosla doblada. La película es lo que es y punto.
Pese a ser una película muy atractiva visualmente y tener cuidados a los personajes y sus relaciones, entiendo que habrá una cantidad importante de espectadores que hayan salido cabreados del cine... ¡ellos se lo pierden!