Parece que incluso antes de la aparición de Borat como experimento de película documentalizada ya se pensaba en híbridos del cine como esta película, en la que los policías son meramente unos ensayos de probeta donde poder dar rienda suelta a las mayores tonterías rodadas.
No dudo que en algunos momentos, incluso yo de risa fácil puede que me ría un rato, pero en conjunto esta exgerada manera de imitar la rentabilidad de Jackass, no es ni siquiera poco cine. Una oportunidad de conseguir algo de humor en algunos minutos es lo que levanta los ánimos del presente crítico.
Siéntese señor espectador, disfrute de las formas y maneras, y solamente disfrute de lo que usted crea que puede disfrutar. O mejor no se acerque al cine.