Está visto que un documental no tiene que estar rodado en el habitual formato. No tiene que ser lo de siempre. Últimamente tenemos buenos ejemplos de documentales con cuidados detalles y sobre todo con ritmo. Sin ir más lejos este año pasado, la polémica “Pelota vasca” o el show-documental por definirlo de alguna manera “Blowling For Columbine”. Y Luna, demostrando que tiene verdadera intención de no ser una más, ha aportado también su forma particular. Rompe varias reglas del documental habitual, lo que en sí mismo no tiene por qué ser bueno, pero creo que en este caso lo es.
Primero una aclaración: un documental no tiene como objeto entretener al público, sino transmitir una realidad. En la medida que consiga esto último habrá que evaluarlo. Y sin embargo, esta página trata sobre cine, sobre ficción, no sobre documentales. Pero, como he dicho, cada día los documentales están más estilizados, decididos a incluir aspectos del cine en su formato. Deberé hacer por lo tanto un esfuerzo para conjugar estos dos aspectos, documental y cine, a la hora de decidir mi opinión.
De ninguna manera se me han hecho pesados los 100 minutos (que no es poco) que dura este documental. Los estilos visuales, algunos innovadores, ayudan mucho. La banda sonora, uno de los mejores amigos del documental como ya descubrimos en “La pelota vasca” está aquí perfectamente aplicada. No es el tipo de banda sonora que escucharía en CD, pues por sí sola no es gran cosa, pero dentro de la película, cada tipo de música se adapta a la “escena” con fuerza, a veces es una música muy “puta”. La alternación, ya habitual, de diferentes situaciones hace más entretenido el documental. Es insolente y descarado.
Esto no es un documental desgarrador, aunque tiene algunos momentos dramáticos. Es una interesante recopilación de testimonios. No nos descubre nada nuevo, pero nos recuerda que está ahí esa realidad.
¿Y las chicas? Daryl Hannah como siempre, muy bien, pero qué voy a decir de esta actriz, me valdrá mencionar que lo mismo le da una gran producción como Kill Bill que un modesto proyecto español. En cuanto a Denise Richards, lo diré un poco en el sentido contrario, ¿qué voy a decir de esta actriz? Pues que posiblemente el presente trabajo sea la interpretación más sincera que ha salido de esa muy pobre actriz.
En definitiva, que Luna siga haciendo lo que le da la gana, pero quizá que deje el documental pues tiene talento para algo más.