Como documental habría sido soso pero eficaz. Tampoco parece que fueran muy buenos documentalistas estos tipos. Como película no vale un cagao.
La historia cumple a la perfección la estructura y conjunto de situaciones del subgénero: “Turismo social”. Un viaje, relación con la otra cultura, el viaje en sí no es sólo físico sino también iniciático y despedida final volvemos a la civilización. Un pestiño.
Por el camino una trama impuesta para el desarrollo del documental interno: buscar a Lada. El tipo en cuestión se mueve más que los precios con lo que hay que ir de aquí para allá en un bucle de guión (como odio eso), donde te van dando la pista del siguiente paso, ¡terrrible! Al final, le encuentran y asistimos a una escena de “Yo soy tu padre” y “bueno si eso ya nos veremos, la mirra te la puedes llevar”. Fatal, si sólo se sabe hacer documentales no pasa nada.
El documental de fondo gana una estrella. Se queda en dos.