El festival de San Sebastián guarda una estrecha relación con el cine nórdico moderno, tanto es así que se le dedicó una retrospectiva temática hace dos años. Es especialmente en sección de nuevos directores donde hemos podido disfrutar de muchas películas nórdicas interesantes. Creo que este va a ser un buen ejemplo.
Matias Armand Jordal es el director de esta película. Se trata de su primer largometraje (como casi todos ha rodado algunos cortos). La temática es el clásico ejemplo de la tópica rudeza nórdica. Un drama crudo que no tendrá miedo de hurgar en los aspectos más dolientes.
Parece un trabajo algo barato, apenas dos personajes, un viaje, pero al fin y al cabo, la última película de Lars Von Trier camina por los mismos derroteros. Puede ser más que suficiente para sentir un drama intenso, aunque finalmente puede quedarse en un producto con visibles necesidades de presupuesto.