El
último desafío son dos películas. Por un lado, supone el regreso
definitivo de Arnold Swarzeneger al cine, por encima de cameos y
pequeñas colaboraciones. La relevancia de la gran estrella de acción
es indiscutible y la gran diferencia con sus compañeros de mamporros
es que el bueno de Arnold siempre ha sabido y ha podido elegir
interesantes proyectos con algunos de los mejores directores del
género. Esto nos lleva a la otra manera de referirnos a esta
película.
Se
trata del último trabajo del interesante director surcoreano Kim Jee
Woon. Hace unos años veíamos en sección oficial del festival de
San Sebastián I
saw the devil,
trepidante y original. También ha cultivado otros géneros como el
terror o incluso el espagueti Western. Ahora da el salto a Hollywood
y, no nos engañemos, esto muchas veces supone un fracaso artístico.
Sin embargo creo que no será el caso. Swarzeneger se habrá cuidado
de elegir un proyecto decente para su regreso y por otro lado, el
tono encajará bien con el director. No parece el clásico producto
prefabricado de Hollywood sino algo más atrevido, más gamberrillo
con mucho humor. Veremos.
El
villano será nada menos que Eduardo Noriega, un actor solvente que ha
demostrado en más de una ocasión sus capacidades.