Recién terminado el Festival de Cannes 2006, tenemos que echar la vista atrás, a la anterior edición, una edición que tuvo mayor nivel de calidad. El premio especial del jurado fue a parar la película que ahora nos interesa: Sueños de Shangai.
Su director y guionista, Xiaoshuai Wang, ya se llevó otro premio especial del jurado, esta vez en la Berlinale, por su película “La bicicleta de Pekin”, en la que contaba con los mismos actores protagonistas.
Nos llega por tanto, aupada por el importante empuje de Cannes, cine de autor chino con fondo social. A alguno le acaba de dar un escalofrío. Digamos que se trata de un fino drama ambientando en los 60, con la planificación del gobierno chino como telón de fondo. Una película bella, en cuanto a sus imágenes y también en cuanto a sus personajes, momentos, etc. Rodada con buen pulso y con unas interpretaciones que, como siempre, a los occidentales nos chirriarán un poco hasta que entremos en la película, pero que serán muy sólidas y sutiles.
La distribución es muy limitada como suele suceder, así que no hay que perder las pocas oportunidades que tenemos de paladear una buena película oriental.