John Ajvide Lindqvist es uno de los escritores de novela de terror más importantes de Europa. Él mismo se encarga de escribir un guión basado en su propia novela, Déjame entrar. La película, dirigida por el sueco Tomas Alfredson, ha recibido una notable cantidad de premios, desde el joven festival de Tribeca hasta la reciente edición de Sitges, pasando por otros festivales temáticos o no. Parece ser que en esta ocasión, la adaptación cinematográfica ha sabido recoger los matices y las lecturas de la novela de la que parte. Ahora tenemos la suerte de poder verla en el festival de terror de San Sebastián, y promete ser la película de mayor calidad de todas las que se proyectarán en la semana.
El anterior trabajo de Alfredson, Four shades of brown, pudo verse el año pasado en el Zinemaldi, en la interesante sección dedicada al cine nórdico, Fiebre Helada. Aquella no era una película de terror y es que no nos encontramos ante un director de género, algo que creo que será muy positivo para una película que no se moverá sólo en el ámbito del terror sino que también trabajará el drama.
Seguramente el film sabrá ser una crítica incisiva e incómoda que remueva la sociedad sueca haciendo presión donde más duele. Además creo que jugará con los resortes psicológicos enterrados en el espectador desde la misma infancia, algo al estilo de Stephen King pero con un aire nuevo, menos estancado.
La sólida factura a la que nos tiene acostumbrado el cine nórdico estará bien presente. El ritmo tranquilo y sostenido conseguirá dejar un poso que, después de finalizada la proyección, aún nos mantendrá ligados a esta historia.
Para amantes del cine de terror pero no sólo para ellos. Como Shyamalan en El sexto sentido, sabrá conjugar terror con drama y psicología.