Ya sé que se agradecen este tipo de intenciones que sin apoyo de la primera línea del marketing quedan un poco aisladas, pero no creo que "Ya no somos dos" sea una excelente película, ni siquiera una visión más o menos intensa de las relaciones matrimoniales y las nuevas tendencias de una sociedad más comprensiva sexualmente. John Curran es un tipo nacido de su propio ser, director con intención de crear una personalidad que ha tenido esta oportunidad tras su aclamada Praise desde Australia.
Colocar a unos cuantos actores comprometidos en unos papeles tan difíciles de no caer en sencillez, es un paso para acercarse a la difusión del film, pero un regusto a taquilla y poca fuerza se posa sobre una película que seguro llega a momentos curiosos e interesantes, pero que mucho me temo se diluya a medida que deje de titubear que en realidad es la base de esta serie de análisis ligeros en el ser humano.