“Borat” es un falso documental, en realidad es una comedia y basa su humor en las diferencias culturales entre los Estados Unidos y Kazajistán, pasadas por el filtro de la caricatura más hiperbólica, claro está. Pretendidamente polémica y con vocación de transgredir, esta pequeña película se ha colocado con soltura en los puestos principales de la taquilla.
Pero no sólo eso, nos la encontramos en las nominaciones de los globos de oro. Mejor comedia y mejor actor de comedia para Sacha Baron Cohen. ¿Nominaciones excesivamente generosas? Puede ser, pero no sería demasiado descabellado que Baron Cohen se hiciera con el dorado galardón.
Quizá, casi seguro, esta no sea una buena película. No podremos hablar de buena fotografía o de una dirección del novato Larry Charles que pueda valer la pena. No podremos decir que encontramos una gran banda sonora, realizada por el propio hermano del protagonista, Erran Baron Cohen. Está claro que todo eso cumplirá los mínimos requeridos para poder llamarlo película.
Sin duda, toda la carga se encuentra en el guión, del propio Sacha Baron Cohen en colaboración con unos cuantos más. El atrevimiento del año que ha llamado la atención, más allá de los parámetros habituales del cine, como en su día pudo hacer “El proyecto de la bruja de Blair” por ejemplo, aunque sin duda en menor medida.
Su único objetivo es hacer reír, y si lo consigue, que seguramente lo hará, podrá darse por satisfecha. Eso sí, para subir nota hace falta algo más.