Crítica de la película Inhumano (The Ungodly) por Iñaki Ortiz

Llega tarde y en silencio, posiblemente no se estrene en muchas salas. Pasó por el festival de Sitges del año pasado. Es normal que esté aquí tarde, y gracias que sólo con un año de retraso. No hay estrellas en el reparto, no hay nada especialmente llamativo, no hay acción… como producto está claro que esta película no funciona.

Se trata de la primera película de su director, Thomas Dunn. También es el guionista junto a Mark Borkowski cuya única experiencia es la de escribir el guión de un cortometraje, es decir, ninguna. Esta inexperiencia es habitualmente un estímulo para la experimentación. Estamos sin duda ante un film hecho con ganas y tremendamente irregular.

Nos presenta una idea interesante, que puede dar mucho juego y que rozará el absurdo en muchos momentos. Puede funcionar a modo de reflexión sobre el tratamiento que se les da a los delincuentes en los medios de comunicación, algo como Asesinos Natos pero desde un prisma completamente diferente. Una cuestión muy actual, uno se pregunta como el chaval del video del metro que se dedica a apalizar mientras habla por el móvil, puede terminar cobrando por entrevistas.

Me llama la atención que sea una coproducción entre España y EEUU, y por ejemplo, en la fotografía nos encontramos a Paco Femenia, que ya hizo un impecable trabajo con Alatriste. En cualquier caso, tanto la ambientación como el reparto son estadounidenses.

Antes he dicho que no hay estrellas, y es cierto, pero sí que encontramos un rostro conocido. Aquel chico de mirada intensa y misteriosa que prometía tanto en American Beauty pero que ahora se dedica a pestiños como Ghost Rider, hablo de Wes Bentley. Me alegro de volver a verle, es una pena que su carrera no se enderece un poco, con lo bien que había empezado.

En definitiva, este proyecto joven, con ilusión y poco dinero, con un tono negro, seguramente con cierto humor, y con una aceptable invitación a la reflexión me interesa mucho. Eso no quita para que la película no tenga la calidad suficiente. Eso no tiene por qué ser un problema. Lo que sí sería un fracaso es que no me aporte nada.