Leyendo la crítica de Hypnos me doy cuenta de que poco me queda por decir, básicamente coincido con él en cuanto a esta película, y no me gusta repetir.
Un comienzo brillante (el quién, el cómo...), con un Clive Owen cada día más lleno. Todo un atraco tenso. Sí, quizá es la misma historia de siempre, pero ¡como se nota la diferencia en la dirección! Cada detalle tiene carga de tensión. En todo caso un guión serio y sólido, que no comete errores estúpidos como la reciente "V de Vendetta".
Un Dencel Washington y un Willem Dafoe que están muy muy bien. Y Jodie Foster, quien me perdiera en "Plan de vuelo", aquí tiene una interpretación de lo más interesante.
Lo dicho, que todo está muy bien salvo el final sin gas. Y a uno le duele que las películas que empiezan tan fuertes no terminen al nivel porque esto te deja un sabor de boca amargo, o peor, no te deja ningún sabor de boca.
Un ambiente intercultural neoyorquino la mar de interesante. Una música gloriosa, atrevida, intensa, a veces dramática otras alegre. Unos personajes de carne y hueso. Lástima que al final deben ganar los buenos y explicarse tantas cosas. Sin embargo otras, muchas que me interesan más, quedan un poco en el olvido. La procedencia y esencia del personaje de Clive Owen. Los interrogatorios tan bien entrelazados al principio pero que pierden protagonismo al final, cuando debieran intensificarse. Ahí falta un poco del juego del quien es quien. Uno se queda contento. Ojalá la tendencia de fichar buenos directores para el cine comercial siga por mucho tiempo.