Crítica de la película Carlos por Iñaki Ortiz

Se presenta en Cannes el último trabajo del interesantísimo director Olivier Assayas, Carlos The Jackal, que como su propio título indica, trata sobre el famosísimo terrorista que ya ha sido llevado al cine en otras ocasiones. La película participa en la sección fuera de concurso, lo que podría sorprender en un primer momento atendiendo a las varias participaciones del director en la sección oficial en años anteriores. Sin embargo, es muy posible que las características de la presente obra sean la causa, y es es que se trata de una miniserie de cinco horas y media destinada, en principio a la televisión francesa. Aunque existe también una versión reducida de dos horas y veinte, más indicada para su distribución convencional en cine.

En principio en Cannes verán la película íntegra, algo parecido a cuando proyectaron las dos partes de Che de Soderbergh. Curiosamente, el actor encargado de dar vida al terrorista Carlos, el venezolano Édgar Ramírez ya aparecía en aquella.

El punto de vista de Assayas se aleja del artificio y divertimento de otras versiones para realizar un biopic más cercano a los hechos históricos, de corte más sobrio. Además, el director no ha dudado en incluir claramente todo el contexto político detrás del terrorista y los intereses que pudieran encontrarse detrás, con nombres y apellidos.

Una buena opción de disfrutar de un biopic político de la mano de uno de los más interesantes y personales directores franceses, si es que finalmente esta película llega a nosotros sea de una manera o de otra.