Crítica de la película Slumdog Millionaire por Iñaki Ortiz

Danny Boyle parece que ha dado el campanazo con su última película, Slumdog Millionaire, tanto que, hoy por hoy, lo tenemos entre las primeras posiciones en las quinielas de los oscars.. Este director no alcanzaba tanto éxito de crítica desde sus comienzos, con su segunda película, la legendaria Trainspotting, una de las grandes películas de los 90. Sin embargo, el director, tan irregular como atrayente, ha firmado recientemente dos de sus mejores películas, 28 días después y Sunshine. Es posible que la moraleja, el sueño de esperanza, y la crítica que puede encontrarse a simple vista después de este último trabajo hayan ayudado a este nuevo reconocimiento.

Boyle nos lleva a las barriadas más pobres de la India, una temática muy a tono con los tiempos que corren en los que triunfan películas de dudosa calidad como Babel, y hasta James Bond con todo su glamour se para a contemplar a los más sedientos de sudamérica. La diferencia es que Danny Boyle, seguramente, lo hará bien. Se apoyará en una buena historia y volverá a exponernos una reflexión acerca de la condición humana. Lo hará aquí entre barrios pobres de la India, igual que ya lo hiciera entre zombies o en el espacio exterior. Aunque, claro está, esta vez se entenderá más fácilmente.

Curiosamente, parece dispuesto a aplicar la misma línea de diseño que viene trabajando en sus últimos títulos, como si esta película también se ambientase a bordo de la Icarus 2. Seguramente sus imágenes nocturnas, llenas de luces exóticas nos recordarán a uno de sus viejos trabajos, La playa.

Ante todo, estamos ante una historia bastante original, con el toque personal del director, en la que ha decidido darse un respiro de Alex Garland, para trabajar con el guionista de Full Monty, Simon Beaufoy, que sólo tendrá que adaptar la novela de Vikas Swarup sin estropearla. Para conseguir este éxito no se han necesitado grandes estrellas de Hollywood, aunque posiblemente muchas de Bollywood. Los actores son desconocidos en Occidente y de hecho, su protagonista, es primerizo, aunque ha hecho algo de televisión en Inglaterra.

Sin duda, el estreno independiente del año, como ya viene siendo tradición, después de Pequeña Miss Sunshine y Juno. Esta película ya tiene el comodín del público.