Sí, damas y caballeros. El culo de la Portman con el que título esta precrítica es el único motivo real por el que esta película se ha ganado la fama suficiente como para hacer tanquilla tonta y fácil en suelo usamericano.
Incluso quienes no vemos trailers, por puro respeto a la película que se encargan de destripar (aunque en este caso poco hubiera importado), sabemos que esta película se ha hecho famosa por la polémica soft (estos americanos asustadizos...) que ha provocado el citado trasero: La Portman enseña el culo en algo parecido a un tanga (¿un tanga en plena Edad Media?; bueno, esa es la "rigurosidad" que podemos esperar de esta película) en un simple trailer: Sí, un trailer, eso que cualquier criajillo puede echarse al ojo antes de ver Santa Claus beisbolero 3. ¡En fin!
Al lado del culo de la discordia, James Franco. Se hace raro que estos dos actores estén en esta película. Se puede entender por que tuvieran ganas de aligerar mente y cuerpo tras los esfuerzos de Cisne negro y 127 horas. Se puede por el lado real: Tío Dólar.
En definitiva, una comedia chusca de pedos, resbalones y groserías, pero ambientada en plena Edad Bruta. Todo firmado por David Gordon Green, director de Superfumados. Sí, James Franco tiene perfecta pinta de superfumado.
Ah, para los más indies, también está Zooey Deschanel, pero no os preocupéis: Seguirá con su cara de pasmada también durante toda esta película. Tendréis que seguir esperando para descubrir, de modo empírico, si es o no de cera, tal como todo parece apuntar.