Crítica de la película Star Wars: El Despertar de la Fuerza por Obi-Wan

El despertar de la ilusión


5/5
18/12/2015

Crítica de Star Wars: El Despertar de la Fuerza
por Obi-Wan



Carátula de la película Es difícil apartar las emociones y los sentimientos al evaluar una película de estas dimensiones. Y qué narices, ¿quién quiere dejar de lado los recuerdos de una saga con la que crecí y a la que idolatro, cuando en su visionado ha conseguido remover muchas sensaciones casi olvidadas ya?

En general, ya que no negaré que he tenido mis dudas, sólo puedo tener palabras de gratitud hacia J.J. Abrams. Se nota la admiración, el cariño y el mimo hacia la saga galáctica inicial, pero a la vez, uno no puede evitar sentir estar como metido en un bucle temporal, con una historia que se repite de nuevo en muchos aspectos. Si bien puede que sea inevitable que cuando se narra un culebrón familiar que lidia entre el bien y el mal, por muy interestelar que sea, haya referencias que siempre se mantienen, tanta alusión a sus antecesoras en lo que a hilo argumental se refiere pude llegara contrariar un poco. En varios momentos era como ver un remake más que digno, pero al fin y al cabo, y valga la redundancia, de algo hecho ya. Quizá sea la primera impresión y mi subconsciente intentara encontrar más fallos de los que hay ¡o al revés! Lo que si os puedo asegurar, es que me ha tocado dónde hacía tiempo no tocaba ninguna película.

Como cine de aventuras es una maravilla. Recuerda al Episodio IV en su no parar, dos horas que se pasan volando, llena de escenas trepidantes y emocionantes, de una factura técnica brillante. Como ya he dicho, muy bien J.J.Abrams. Este hombre derrocha un talento para el entretenimiento que da gusto.
En el guión, luces y sombras. La Estrella de la Muerte más grande, más destructiva, pero Estrella de la Muerte al fin y al cabo. El droide portador de información vital, una monada, más cercana a nuestros tiempos, más dinámica, pero droide portador con buenos sentimientos que se llama con B en vez de con R. En este aspecto, los episodios I, II y III eran más originales, aunque no por ello dejaban de ser algo fallidos. No se debe olvidar tampoco, que estamos ante la primera parte de una nueva trilogía, que deben presentar muchas bases nuevas para el desarrollo de las posteriores.

Con el tema de los nuevos personajes, por un lado tenemos el lado luminoso de la fuerza, en general, muy bien. Rey y Finn, perfectos en su contrapunto de orígenes, son el aire fresco y liberador que aporta esta nueva saga. Al menos por ahora. Los orígenes de Rey son el as en la manga que se guarda J.J. para tenernos en vilo hasta la siguiente entrega. El lado tenebroso, sin embargo, renquea bastante. Larga la sombra de Vader es. Kylo Ren no me disgusta, veremos hacia dónde va la cosa, pero no podíamos tener un ultravillano definitivo si como parece ser lo vamos a reconducir al buen camino. En cambio el Líder Supremo, me ha dejado algo fría, así como el General Hux. Gollum y Bill Weasley trabajando juntos no ha acabado de convencerme y su presencia no ha bastado para convertirlos en la imagen de la maldad por excelencia. Ni Darth Maul con aquel careto lo consiguió. Pero lo que más nos habrá emocionado a todos supongo es la parte de Han Solo. Hay que vivir en otro planeta para no saber que el trío de Luke-Leia-Han estaban presentes en esta cinta, pero no se sabía en qué medida. Y ojo que llegan los spoilers fuertes: No me esperaba el protagonismo de Solo hasta tal punto, lo que me iba conduciendo a la idea de que iba a ser inevitable su muerte. Ésta, por supuesto, sería a manos de su hijo, dramatismo starwarsinao. Mi frikismo supongo que me habrá llevado a ver un paralelismo entre la muerte de Obi-Wan Kenobi y la suya, pero ha creado una cicatriz en mi mente como pocas escenas me han creado. Ha sido ese momento, en que la magia del cine ha hecho su abracadabra y ha dinamitado mis bunkers de contención de la objetividad, que ha acabado en la alcantarilla más profunda de mi criterio. Lo debía de haber adivinado con el primer bote que he pegado al ver el Halcón Milenario. Ha sido como si los años encogieran en el tiempo.

Podría pegarme mil horas más hablando de cómo he disfrutado viendo los destructores abatidos en el desierto, sobre las luchas de sables de luz, de los cazas imperiales, de ese magnífico inicio con la marca distintiva de tres dedos ensangrentados en el casco…pero tengo que ir a por otra entrada para verla de nuevo.
Que la fuerza os acompañe a todos. La ilusión ha regresado.




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