No es la primera vez que vemos esta película, y
concretamente, no es la primera vez que la vemos en el festival de San Sebastián.
Empezamos a conocer los pormenores de la revolución cultural china casi tan
bien como la dictadura franquista. En el caso chino, es habitual acompañarlo de
unos niños protagonistas. Apenas hay nada en la película que resulte nuevo.
Tiene la virtud de saber mostrar las cuestiones de perfil,
con cierto gusto, y de saber dejar el contexto en el fondo. Lástima que las
peripecias de los niños no atrapen como sucede en I Wish.
Una película bien filmada, con algunos momentos de emociones
interesantes, como la escena en la que el padre del fugitivo se confiesa.
Personaje creíbles y bien dibujados pero que no llegan a ser demasiado
interesantes. Una muestra más de retazos de la China rural, un Cuéntame chino,
que peca de excesivo metraje. Aunque su mayor pecado es el hecho de que ya la
hayamos visto.