El hecho de escuchar que una película se aparta de las fotocopias que la industria del cine crea como churros, aunque ya no es algo tan inusual, sigue siendo para muchos un reclamo que es difícil de desoír. Hace poco tuve la gran suerte de disfrutar de Moon, un ejemplo perfecto que demuestra una vez más que se puede beber de muchos otros films pero acabar creando algo diferente, estimulante y de calidad.
Toda esta explicación viene porque parece que estamos ante la película independiente del año, avalada por crítica y público como bien comentaba mi compañero Hypnos en su precrítica. Como pasara anteriormente con Slumdog Millionaire, Pequeña Miss Sunshine, Juno o Entre copas esta cinta se encamina a ser el gran éxito de la temporada del boca a boca.
Los nombres propios a destacar, ninguno. Un director novato, unos guionistas desconocidos y un reparto del cual muchos sólo reconocerán a Joseph Gordon-Levitt por su papel en G.I. Joe o Cosas de marcianos, aunque sería descortés no mencionar su buen hacer en Brick o The Lookout.
Lo único que me impide por principios poder regalarle antes de verla la quinta estrella es que se trata de una comedia romántica. No es que tenga el corazón de piedra, pero pocas son las que encuentran ese equilibrio perfecto entre la risa y el amor, que espero que unos diálogos electrizantes consigan armonizar. La esperanza de que lo consiga está a un nivel muy alto. Veremos.