Crítica de la película Revolutionary Road por Hypnos

Gran parte de mis miedos se han visto cumplidos en esta floja adaptación de la novela de Richard Yates.

Tengo la sensación de que alguien que no ha leído la novela, no va a entender la película que se ha convertido en una sucesión de discusiones, sin aparente razón o justificación de cómo y por qué actúan de la manera que actúan los Wheeler. Se ha producido el clásico error de las adaptaciones: el de meter la tijera. Ello no representa ningún problema si luego se actúa consecuentemente. En este caso, se han dejado casi intactas las frases de las escenas de discusión, frases que incluso hacen referencia a cuestiones que han sido eliminadas en la película. Me vienen a la cabeza dos ejemplos de ello.

El primero, cuando en la penúltima discusión, antes de la última y fatídica visita de los Givings, April le pregunta a Frank si lo que quiere saber es por qué no ha dormido con él en los últimos días. Cuando la escena inmediatamente anterior es la del lío de ella con Shep Cambpell.

El segundo de ellos, cuando a April le da un ataque de risa cuando Frank define lo que para él es un loco.
Y esto conecta directamente con otro aspecto muy importante de la adaptación, y es que se ha edulcorado totalmente al personaje de Frank Wheeler, que en la novela aparece como un charlatán, un tipo seguro de sí mismo, que no exhibe el más mínimo escrúpulo en manipular a la gente para conseguir sus fines, incluyendo a su esposa.

En definitiva, lo que toca juzgar aquí es una película y no tanto la novela o su adaptación, pero es que no se puede disociar, sobre todo, cuando el resultado es tan irregular como éste. Lo peor de todo es la actitud de Sam Mendes, con una dirección tan terriblemente plana, tan de plano y contraplano y con tan poco talento, que resulta inaudito, hablando de quien estamos hablando. La manera en la que cierra la historia de April, con la escena en el hospital, y Frank saliendo corriendo. Muy muy poco talentoso. Idéntica crítica se puede predicar del idilio de Frank con Maureen y el de April con Shep.

Los actores, lo mejor de la película; si bien Kate Winslet me parece que no termina de dar con el punto exacto de April, aunque se come a un Di Caprio que funciona en las escenas de trabajo, pero se equivoca completamente al hacer de Frank un personaje tan poco atractivo. Especial mención para la interpretación de Michael Shannon, que hace un loco de libro; y para la mala elección de cásting para el personaje de la señora Givings, Kathy Bates no da asco.

Y, para colmo, el final…no se entiende y no tiene sentido. Es absolutamente fiel a la novela, pero no se entiende con los restos de la novela que se ha llevado a la pantalla. Me recuerda mucho al intento de ser fiel al final de la novela, en No es país para viejos.