No puedo fiarme del cine de Steven Soderbergh debido a sus últimas tendencias un tanto sinuosas. Si bien he de decir que particularmente me encuentro cómodo con sus propuestas, también reconozco que muchísimas veces es mucho ruido para pocas nueces. Así, tras los cambios de Che el argentino o Che Guerrilla en contraposición a The girlfriend experience, en una tendencia a la baja tras sus éxitos sonados, pero ya antiguos, cabalgando con cojera con el pueblo crítico por El soplón o Bubble, nada parece presagiar que la película que presento vaya a dar vuelta a una situación como la que tiene en el panorama internacional.
La palabra virus se relaciona con el film, y un elenco de actores de renombre, véase Matt Damon ( Más allá de la vida) o Kate Winslet (The reader), Laurence Fishburne (Blindado) o Jude Law (El imaginario del Doctor Parnassus), o la rescatada Gwynet Paltrow (Two lovers) junto a Marion Cotillard (Mignight in Paris) formando una lista que hace presagiar que la Warner ha conseguido un éxito de taquilla por imposición y mucha pasta en marketing. Sin embargo esto no tiene que significar nada.
El peligro está en un director que tiene la manía de intentar innovar a su gusto pero sin que últimamente eso aporte nada o muy poco a sus películas. Parece que en general, sus giros y trucos de rodar y transmitir pierden el sentido ante un espectador que tal vez no quiere tanta novedad o juego de estética y estilo. Distinguir lo necesario para no pasarse es complicado pero la obstinación por ofrecer algo novedoso en las formas y modelos puede hundir a un director que tiene a admiradores y detractores, y cada vez más.
Aún así, si el objetivo es estar a la última y no perderse el taquillazo del momento, acercarse a la película no será una locura. Disfrutar de lo que ofrece el cambiante realizador, una serie de estrellas compitiendo en ego y encima el poder decir la he visto no parecen poca cosa. Pero siempre sin olvidar que verla tiene el peligro de que el factor Soderbergh estará presente nos guste o no mientras la veamos.