Un frasco, así como cualquier otra excusa, puede ser un detonante perfecto para que el cine argentino nos vuelva a ofrecer otra comedia romántica, con curiosos personajes y enrevesadas situaciones graciosas. Óptimo para el que busca en el cine pasar el rato entre la sonrisa y la pena, para el que gusta de pequeñas historias, fáciles de ver, pero lamentablemente, más fáciles todavía de olvidar.
Su director es Alberto Lecchi, con varios premios en festivales internacionales con sus anteriores títulos como Nueces para el amor o Secretos compartidos. Con el título que nos ocupa, consiguió en el pasado festival de Valladolid la Espiga de Plata y el premio del público. Los protagonistas serán Dario Grandinetti (La carta esférica, Quiéreme) y Leticia Brédice (Tetro).
Una cinta amable, divertida y tierna, con una fotografía íntima y rural. Sin experimentos ni sorpresas, predecible, pero agradable. Sin riesgos y por lo tanto, sin demasiados beneficios. Otra pequeña comedia romántica con corte argentino. Nada más.