Crítica de la película Vicky Cristina Barcelona por Olmo

Una de las más esperadas del año. La que se pasea por la mente de todos. Y uno se pregunta también qué tendrá de nuevo esta cinta. Porque parte de lo que nos encontraremos a priori no me parece nada nuevo. Primeramente su director, el gran Wody Allen, conocido ya por todos. Los más viejos lo recuerdan por sus hazañas cinematográficas en la ciudad de Nueva York. Los más jóvenes por su nueva etapa, la londinense. Títulos como Scoop o Cassandra´s Dream es lo más reciente de un Allen que está de capa caída, que prueba con nuevos actores, con nuevas ciudades pero que no termina de encantarme. Sigue con la trama interesante de siempre. Pero empieza a desinteresarme. Nunca me ha parecido un director con ideas originales porque siempre ha llevado una estrucura de guión muy parecida. Pero nunca nos defraudaba. Porque sabía llevar una línea, con comentarios jocosos, el mundo de la mujer, de las parejas, el judaísmo, la religión y porsupuesto el sicoanálisis. Y por eso se convirtió un día en un grande, lo que sigue siendo. Pero por lo que hizo. Hoy en día siembra pero no cosecha tanto como debería.

Esta vez puede ser otro llenazo en las salas pero otro desencanto de su público. No será difícil otorgar tres estrellas a Vicky Cristina Barcelona. Porque la grandeza de este director hace que todo esté relativamente protegido con el potencial de sus repartos y de sus guiones. Sin embargo, el binómio Scarlett Johansson- Penélope Cruz no me termina de convencer. Veo demasiada ñoñería y mucha artificialidad. Dos actrices que se preocupan más del color de sus pestañas que de actuar. He de decir que la señorita Pe estuvo enorme en Elegy y que Johansson ha tenido títulos que le condecoran. Esta cinta es de esas que hay mirarlas con lupa, porque el hábito no hace al monje.

Por otro lado, la interpretación masculina irá a cargo de Javier Bardem (No es país para viejos), crecido por su reciente Oscar de la Academia. No tendrá dificultades para sacar adelante un registro me temo que muy pobre para las característica de este actor español.

Hay mucha expectación. Muchos comentarios. Muchas ganas. Pero todo puede parecer lo que no es. Le han dado tanto bombo que no sé si esta vez sonará la flauta.