Hay algo que caracteriza a Clooney: su inteligencia. No ya desde que empezara a destacar en una serie de éxito como "Urgencias", sino ya desde antes, desde que apareció en un capítulo de "Se ha escrito un crimen". Esto último es broma.
Pero lo cierto es que se ha sabido rodear de buenos e interesantes proyectos, así como de buenos directores de los que aprender. Porque aquí pocos nacen sabiendo.
Al igual que Eastwood tuvo como padrino y huella indeleble a Don Siegel, Clooney ha tenido a los Coen en gran medida, y a Soderbergh, en menor medida.
Y digo esto porque considero que con "Confesiones de una mente peligrosa", el bueno de George ha superado los mejores trabajos de Soderbergh.
Su ópera prima, lejos de ser una película menor y poco interesante, un interesante esfuerzo como pudo ser la puesta en práctica de Robert de Niro de lo que aprendió de Scorsese, o la tibieza de Banderas, es un diamante en bruto.
No ya sólo porque fue tan inteligente como para fichar al magnífico Kaufmann, sino porque fue capaz de dotar de atmósfera a la película, de barroquismo, y de un clasicismo iconoclasta que apabulla.
En esto discrepo con Sherlock, la dirección de Clooney es superior al esfuerzo videoclipero de Gondry, y al director marioneta Jonze.
Pero, Clooney tampoco obtuvo mucha repercusión con esa película, y decidió dar un giro, observar lo que hay a su alrededor e intentar ganar en notoriedad. Tiró de pasado y de presente para contarnos una historia sobre periodismo, sobre censura, sobre tiempos pasados que están de actualidad.
Y lo ha conseguido, la repercusión no se hizo esperar tras su estreno en Venezia el pasado año.
Se ha lanzado a escribir un guión que espero sea denso, pero, en definitiva, una amalgama de recuerdos, de recortes, de flashes, que habrá sido incapaz de transformar en una perfecta maquinaria.
Quiero y espero una película que intente rescatar ese barroquismo y ese clasicismo iconoclasta que tan bien ha sabido captar de los Coen para dotar a la película de una atmósfera densa más allá del humo.
Una interpretación de bandera la que hará Stratheirn, Copa Volpi en Venezia, y un secundario de lujo el que interpretará él mismo.
Un conjunto que, claro está, no estará de matrícula, tampoco de sobresaliente, pero estos son los pasos que tiene que dar Clooney para alcanzar un cine pausado con el afloramiento de canas y años. Va a ser el gran director "Neo-Forty" de los próximos veinte años. Estamos asistiendo a su comienzo.
Va por buen camino...va a ocupar el lugar que dejará Eastwood.