Crítica de la película Rango por Obi-Wan

Si algún cabeza de familia piensa que esta es solo otra película más dónde lobotomizar a sus pequeños cachorros ante la gran pantalla viendo las aventuras de un camaleón en el desierto...solo va desencaminado a medias. Porque más allá de una historia sobre el valor, la amistad y otros tópicos, tenemos la doble intención de esta trama, que es un homenaje al cine de Oeste combinándola con lo que se convertirá seguro en una histriónica y satírica divertida comedia.

Lo de histriónica se comprende perfectamente al conocer que Gore Verbinski,  director de las tres primeras partes de Piratas del Caribe, es el realizador de este film. Y quien pone la voz a este camaleón protagonista es nada menos que Johnny Deep. Lo siento, pero el personaje de Jack Sparrow pesa mucho y es una referencia clara que uno no se pueda quitar fácilmente de la cabeza. En esa saga eran homenajes a los piratas, aquí a los vaqueros. Menos mal que estamos ante cine de animación, porque si no las similitudes podrían ser un verdadero lastre.

Tranquiliza bastante un valor seguro como Jonh Logan sea el escritor y guionista de la historia. Recientemente ha adaptado a Shakespeare en un film bélico como Coriolanus, y a pocos puede pasárseles por alto otros títulos de su pluma como Gladiator, El último samurái o El aviador. La coherencia unida a un profundo estudio de lo que se va a mostrar es una garantía de calidad que no puede pasar inadvertida.

Es el primer largometraje animado dónde se han utilizado los efectos especiales de Industrial Light & Magic y la banda sonora ha sido compuesta por Hans Zimmer que por no alargarme solo mencionaremos algunos de sus últimos trabajos como Origen, Sherlock Holmes o El caballero oscuro. Ahí queda eso.

Honrando el spaguetti  western con mucho sentido del humor, esta cinta llegará sin problemas a todos los públicos y puede convertirse en uno de los más sanos y extravagantes entretenimientos que hayamos podido ver últimamente.