Hay muchos aspectos de este film que ponen la carne de gallina, pero no precisamente por su temática. Estamos ante una cinta de terror, producida en el 2008 y española. No es que tache todo el cine español de mierda, ni mucho menos. Productos como Rec o El Orfanato tienen una calidad manifiesta. Pero en el caso que nos ocupa, todo parece indicar que será un bodrio.
Dirigido por un novato en estas lides. Juan Carlos Claver solo tiene en esta faceta cortos y productos televisivos. Y los guionistas algo por el estilo. Poco jugo parece que se vaya a sacar de una trama que versa sobre una periodista que trabaja para Año Cero y un pueblo fantasma.
Eso sí, para las jóvenes fanáticas que ya hayan visto más de diez veces la última entrega de Crepúsculo, Eclipse, podrán ver en la gran pantalla a otro icono sexual, a mi entender venido a menos como Miguel Ángel Muñoz.
Falta de ritmo, previsible y con poco terror que ponga los pelos de punta que mostrar, por muy sobrenatural que pretenda parecer.