Crítica de la película Cars 2 por Obi-Wan

Saber de antemano que esta era una película infantil no me había preparado lo suficiente para un visionado que se me ha hecho más denso de lo que esperaba. Recuerdo que con Cars disfruté al menos conociendo a los personajes y asombrándome de la originalidad en el tuneado de los coches para hacerlos lo más humanos posible. Esta continuación al estilo James Bond no me ha acabado de convencer, aunque supongo que es lo suficientemente vertiginosa, amigable y visualmente atrayente para que haga las delicias de los más pequeños en el cine.

 No se ha perdido la capacidad de tunear coches y esa mini vuelta al mundo nos invita a revisitar bellas ciudades desde otro punto de vista. El rollo 007 solo ha sido lo suficientemente trepidante para engancharme en esa escena inicial de la plataforma petrolífera. El rollo moralista, que tampoco es machacón,  se centra en la amistad, de nuevo, y en la ecología, como novedad.

 Lo más jóvenes podrán disfrutar de ella sin problemas. Rayo McQueen sigue siendo mucho Rayo McQueen y ese Francesco como antagonista le viene que ni pintado. Pero los adultos que no se esperen nada más que ver como Lasseter se lo ha pasado pipa imaginando lo que haría disfrutar a sus hijos frente a la gran pantalla.