Crítica de la película Munich por Iñaki Ortiz

Que Spielberg estrene película es un acontecimiento que me pone de muy buen humor. Más si creo que va a ser una de las buenas como es el caso. Quizá la nota máxima es un exceso de fe, pero hay que arriesgarse, y sólo viendo la imagen de la carátula se me hace el culo caramelo.

Spielberg tiene a su equipo habitual. Su director de fotografía Janusz Kaminski, que viene iluminando sus películas desde “La lista de Shindler” con muy buen acierto. Su montador, Michael Kahn... pero esto es hablar por hablar. El apartado técnico será perfecto como en todas sus películas. Esto no tiene pegas. La banda sonora, como no puede ser de otra manera la firma John Williams, que lo mismo le da ponerle música a los marcianos que a los judíos en el campo de concentración. Simplemente es el mejor.

Acercándonos un poco a lo que verdaderamente marcará la diferencia, la historia, nos encontramos con dos guionistas. Uno, Tony Kushner, que no nos dice mucho. Otro, Eric Roth que ya tiene un historial más amplio: “Alí”, “El dilema”, “El hombre que susurraba a los caballos”, “Forest Gump”, “El mensajero del futuro” (ups, esto último mejor olvidarlo). Se basa en un libro de George Jonas (“Vengeance”), que ya fue llevado a la televisión. Un tema delicado, habrá que ver si el señor Spielberg da la talla en cuanto al tratamiento.

Sobre los actores, destacar a su protagonista, Eric Bana (“Hulk”, “Troya”) que habiéndole visto sólo dos veces he quedado complacido. Como curiosidad quiero comentar que el nombre de su personaje es “Avner” y “Abner” con b es un personaje de “En busca del arca perdida” (el padre de Marion). No sé si es guiño o no. Sobre el segundo de a bordo, Daniel Craig, el nuevo James Bond, le hemos visto ya en algunas películas y, por ejemplo, no estaba nada mal en “Camino a la perdición”.

Pero ninguna de estas cosas son las que me interesan. Lo que verdaderamente me llama es como Spielberg consiga crear atmósferas de emoción, sea suspense, drama, o rabia. Da igual, emoción pura enfatizada por su ritmo, su “aún no” y su “acércate un momento a ver esto”. La magia del rey Midas, que muchos creen que se encuentra tras los efectos especiales o la acción trepidante, pero que ya muchas veces ha demostrado que no lo necesita.

Quizá no sea tan buena, puede que no sea otra lista de Shindler, pero dudo mucho de que baje del cuatro.


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