Esta película se conoce por el actor que la protagoniza: Tom Cruise. Pero de él más bien poco, o más bien nada quiero decir. Sólo apuntaré una cosa: nominación a mejor actor principal en los Oscars.
Pero el verdadero artífice de este tinglado es su productor y director: Michael Mann. Haré una presentación para el gran público. Se trata del director de, entre otras,: "Ali", "El dilema", "Heat", "El último mohicano" y una poco conocida película, pero con muy buena pinta "Ladrón" con James Caan. Realmente, ninguna de las películas que he citado se trata de excelsas cumbres del cine contemporáneo, pero sí que son películas muy sólidas y con un nivel tanto técnico, como narrativo, muy alto. Mann se maneja en este tipo de tramas, él sabe que lo hace bien y continúa haciéndolo. De ahí que cada película suya se trate de un entretenimiento asegurado. No entretenimiento a la manera de "Los piratas del Caribe" (ojo, que el guión de "Collateral" está firmado por el mismo que firmó el pelotazo de los piratas), sino una mezcla de tensión, emoción y sentimiento. Con Mann uno puede interiorizar en los personajes, en sus motivaciones, en lo que les mueve, y lo que les importa y afecta lo que hacen. De ahí que el papel haya sido tan jugoso para Cruise. Da gusto ser un malo de Mann.
Para aquellos que se mueven por cuestiones técnicas: tenemos al magnífico compositor de Shyamalan, James Newton Howard; y al director de fotografía de "Chicago", Dion Beebe.
Desde luego, argumentos más que suficientes para ver una buena película de Hollywood, y no un nuevo producto de Tío Dollar. Estamos de enhorabuena.