A pesar de su sociedad más avanzada,
los suecos no se libran del matrato a la mujer, físico o
psicológico. Ya en la excelente película Déjame entrar, se
apuntaban dentro de su estilo de fantasía y terror, algunos
elementos de maltrato. En la sección oficial del Festival de San Sebastián se presenta lo que posiblemente será un drama más al
uso, pero siempre con la densidad y la buena factura que nos suelen
ofrecer las películas nórdicas.
Dirige Björn Runge, quien ya
tiene buena experiencia en el circuito festivalero, habiendo ganado
algún premio en el festival de Berlin. Nos encontramos ante un tipo
que ha trabajado mucho en el ámbito del documental (del más
convencional) y en televisión. Algo me dice que su película no va a
sorprendernos demasiado y que se va a reducir a un correcto drama y
un buen retrato social de uno de los problemas más peliagudos de
nuestro tiempo.
Para los menos atrevidos, y los amantes
de lo que se suele entender, ya de forma demasiado asumida, como una
película de festival.