Allan Moore no estará contento con la manera en que se están adaptado sus comics al cine, pero desde luego no creo que se pueda quejar con lo que está cobrando por los derechos. Y es que con la nueva y lucrativa tendencia de adaptar comics al cine, Moore se ha puesto de moda. Muchos son los que afirman que es el mejor escritor de comics de la historia. Yo no soy ningún experto, pero desde luego es el autor de los dos mejores comics que he leído (From Hell y Watchmen).
De éstas dos obras, la adaptación de la primera me decepcionó muchísimo. Y es que Desde el infierno era una auténtica basura de película. ¿Cómo puede ser que un comic tan denso, tanto en historia como en personajes, de lugar a una película tan mala? Pues precisamente por eso: porque la trama es compleja y los personajes densos. Es muy difícil plasmar lo mismo en un comic de 300 páginas que en una película de dos horas.
Las adaptaciones suponen, casi siempre, recortar y simplificar lo adaptado. Desde luego, sino se hace, el fracaso es casi seguro. Incluso en el caso de la exitosísima El señor de los anillos, y pese a que cuenta con tres partes de más de tres horas, hubo que simplificar escenas y personajes. El truco está en buscar la esencia del original, y plasmarla mediante lenguaje cinematográfico. Ésta frase tan corta y tan cool esconde un problemón descomunal.
¿Cómo adaptar Watchmen y transmitir la esencia del original en una película de 2 horas? Me parece imposible. Zack Snyder consiguió una buena adaptación de 300, pero el 300 de Frank Miller es un comic bastante corto y casi sin diálogos, donde prima lo visual sobre la historia y sobre los personajes. Aquí estamos en la antítesis. Cada uno de los decadentes no-superhéroes que nos presenta Allan Moore, tiene una personalidad detallada y llena de matices, que se va descubriendo a lo largo de la historia, una historia que se desarrolla en multiples escenarios y épocas a la vez y cuyo final, extravagante e inesperado, resultará chirriante si no se han entendido todos los detalles...
Creo que Zack Snyder, es un director que ha demostrado capacidad y buen hacer en sus dos anteriores films. Pero aquí ha aceptado un reto muy difícil. Quizá demasiado. Espero que no sea así, pero éste puede ser el primer gran fracaso de éste prometedor director...
Sin duda, uno de los grandes acontecimientos del próximo año, si los juicios no lo impiden... La esperanza es lo último que se pierde, porque: ¿Quién vigila a los vigilantes? ;-)