Salgo de la sesión con la sensación de haber visto un buen divertimento de 100 minutos. Me paro un momento y busco el origen de esas sensaciones. No encuentro nada. Me siento y reflexiono. Pues resulta que mientras uno reflexiona sobre ésta película, se va dando cuenta de lo obsoletos que están la lista de mecanismos de terror que utiliza y lo poco chirriantes que resultan. Se trata de un relato corto del peor Stephen King. De estos que escribe como churros y para los cuales resulta imposible saber dónde encuentra la motivación. ¿Otra habitación de hotel encantada? El propio John Cusack está ahí para expresar, con todo el cinismo del personaje, lo que opina el espectador medio.
Entonces, ¿por qué 1408 es una película notable? Supongo que porque está rodada con muchas ganas y con mucho mimo y porque no se para a explicar cosas que no hacen falta. Si hace falta que Cusack se enfrente a todas las inclemencias del tiempo en una habitación, pues no tenemos ningún problema en enfrentarlo al fuego, al agua, tormentas, heladas.... ¡lo que haga falta! Que tenemos que pensar cómo podría escapar del cuarto: pues listamos todas las maneras posibles y las ejecutamos a gran velocidad: por la puerta, por la ventana, por los conductos del aire... Para cuando el espectador va a preguntarse por qué no ha intentado escapar por la ventana, Cusack ya se está subiendo al bordillo.
En definitiva, una película que pega fuerte y rápido sabedora de que en caso contrario el espectador se levantará del suelo y la humillará. Bien jugado, con tan malos mimbres se ha hecho el mejor cesto posible.