Engaño en toda regla desde luego no, pero el título ayuda a avisar a todo aquel que se haya acercado a ver una comedia fresca que se mantenga firme al menos hasta mitad de metraje. El producto que ya daba pistas de no ser demasiado bueno, ha terminado por no serlo.
La primera parte tonta por excelencia se puede digerir merced a algo de curiosidad, la entrada triunfal de Audrey Tautou, sus semidesnudos extremadamente delgados, y un actor que hasta ese momento podía permitirse la cara de "no me entero de nada".
Pero poco a poco, a base de trillarse en la misma historia, en las mismas extravagancias exageradas del mundo del profesional de la compañía, sólo se convierte en un film forzado que trata de mantener al espectador a fuerza de simpatía gratuita.
No podíamos esperar un final mejor para los amantes y su recorrido, así que contemplamos un acabar bonito y conciliador para que se queden contentos los que hasta ese momento habían permitido la trama en sus retinas sin quejas. Un rato perdido o simplemente tiempo dejado pasar.