El director suizo de Garcon Stupide nos somete a una entrega de su cine en base al mundo de la crítica, sin entrar en más detalles, más como excusa del mundo moderno donde muchos hacen sin saber y otros creemos estar sabiendo. En blanco y negro, con el poder de su cine sin demasiada repercusión comercial, éste director es de los de ensayo, es decir, de los de abrigo de filmoteca perdida.
No por ello menor, aunque sí demasiado propio para adentrarse con todas las garantías en su mundo, en esta ocasión puede que el simbolismo de los dos personajes centrales, nos ayude a entender sus intenciones para mostrar un mundo agotado en si mismo. Puede que aunque las relexiones sean sobre la crítica de cine en realidad podamos trasladarlas a muchos ámbitos de la vida.
Film curioso, que trata de ahondar, de ser elaborado y sesudo aunque no creo que llegue a la mitad de lo que pretende. Cine de autor que trata de hacerse un hueco en las retinas, sin trabajarse demasiado los planos para ello, pero que al menos se hará un hueco en nuestra curiosidad. Película media que no media película.