El nuevo intento de masticar aún más el tema romántico bajo una fórmula más moderna o al menos menos repetida es lo que representa bajo mi punto de vista esta película de título provocador y directo. Las reflexiones de un protagonista que debe caer bien, entorno a una única meta de existencia, la necesidad de equilibrio sentimental, dista mucho de producciones que simplemente abusan del romance y las parejas, pero también se alejará del clásico y decente drama pasional.
El camino de esta película es por tanto complicado, y en una atrevida primera película, es notable la buena voluntad pero también probablemente poco plausible el resultado final redondo pero flojo. Es como si solamente los amantes de este género fueran los que fueran a quedarse con la sensación de haber contemplado un producto no forzado. La genial Bárbara Lennie (Los condenados o Mujeres en el parque) guiará la simpatía de un espectador entre intrigado y espectante mientras el verdadero protagonista quiere ser novedoso en su caminar a la espeñola, Oriol Vila (Tu vida en 65 minutos).
En definitiva, un film que puede sea lo suficientemente renovante o renovado como para tratar de acercarse a él, pero que en resumidas cuentas se ciñe a una visión del amor y sus consecuencias demasiado sesgada e interesada en pantalla, y por tanto, amante como soy del realismo, me encuentro muy lejano a participar de sus evoluciones. Qué le vamos a hacer.