Se le podía perdonar la pretenciosidad extrema de “La delgada línea roja” porque detrás de ella se escondía algo, porque las imágenes eran realmente sugerentes, y porque, al fin y al cabo, era diferente.
Con “El nuevo mundo” la cosa cambia. Malick hace aquí una especie de parodia de su cine, con estética de anuncio sugerente, con voces en off fumadas, y con una historia contada rápido y mal a veces y otras veces lento y soporífero. En definitiva, realmente mal contada. Uno puede esperar que haya un interés en el choque de culturas, una reflexión incluso, puestos a ser pretenciosos. Pero no hay nada.
Por ahí he leído a algún feliz de la vida que califica a esta película de Arte –así con mayúscula- y que esto es de lo mejor que se ha hecho en cine, etc. Yo pienso... ¿te gusta conducir? Eso es lo que me transmite su mirada cansada.
La ambientación es bastante lamentable, empezando por los personajes. ¿Pocahontas con medias bien puestitas? Parece salida de los carnavales de un pueblucho. Y Collin Farrell ¿Pero quién se ha empeñado en darle papeles de históricas? Si está mucho mejor de macarrilla o de publicista... mucho más en su honda. Aquí va mejor vestidito que la Nancy y tiene una actitud de fumao lamentable. El personaje, lejos de despuntar en algo (ya sea actitud heroica o ética o... algo) demuestra durante toda la película ser un cero a la izquierda y cuando se nos plantea el gran dilema de la princesita entre uno y otro está claro ¡no te vayas con el pringao ese! Ceros a la izquierda son en general todos los colonos, a los que les dan candela pero bien, parece mentira que pudieran conquistar algo. Pero no queda todo ahí, cuando hay que ambientar el viejo mundo parece una ruta turística en temporada baja por Europa en pleno siglo XXI. Ambientación cero. De risa.
Desde el momento en que John Smith y Pocahontas se separan se acaba la película, si es que había algo. Todo lo demás es un discurrir agonizante. Dudo que a alguien le pueda resultar interesante la historia de amor completamente vacía y superficial. Que bien claro queda que a él ella se la trae un poquito floja. Seré un insensible. Lo único interesante en esta última parte es la presencia de Christian Bale que es de lo poco que vale de toda la película.
En suma, una película mal hecha, con vocación de diferente y sólo vocación, con actuaciones absurdas y con una voz en off que pierde mucho cuando uno se toma la molestia de escuchar lo que dice, más allá del susurro es una verdadera mierda. Creo que no habrá más oportunidades para este aspirante a autor de culto. Por suerte hace pocas películas.