Crítica de la película In time por Olmo

Como si se tratara de una secuela de Gattaca y sacada del mismo zurrón, In time, la cinta de Andrew Niccol puede estar bien satisfecha de haber hecho los deberes en condiciones. Partiendo de la mayor de sus premisas, es decir, un film de perfil comercial y para la amplia mayoría del pueblo aunque con ración de humanidad, considero que cumple con los objetivos que ya marcaba en mi precrítica. Seguir dando lecciones de vida, moral y filosofía es compatible al olor y ruido de palomita, a sala comercial, a convivir con un público diferente unos de otros. Su adaptación al medio, nunca mejor dicho, es la clave de un producto que considero efectivo, rápido, práctico y potente.

Al igual que ócurría con Eva, queda claro el espacio y tiempo futuro aunque sin ser agresivo y desgastarse demasiado, no siendo efectivamente ese el objetivo de la cinta. El futuro es el medio pero no el concepto. Y eso lo deja claro desde el principio Niccol. Los que disfrutaron Gattaca habrán notado continuos guiños de luz, gestos, personajes, coincidencias con ésta. La firma de este director queda presente y es auténtica, sincera, con carácter, una identidad que se agradece ya que no vacila ni un instante.

Además, quedo muy agradecido y sorprendido con el trío, Timberlake fresco y poco distraído, Seyfried haciendo de gatita pero nada perezosa y un Cillian Murphy que sigue regalándonos maneras y muy buenas además.

Bajo la sombra de Gattaca, dándole un poco la espalda al público que le saca más el jugo pero tendiendo puentes entre dos maneras de hacer cine. Compatible. Al final tiempo y oro salen perdiendo o ganando a la vez. Lo que decía, conciliadora. Un regalito antes de la navidad que sirve de aperitivo.