Formato cómodo para el espectador este de cámara en alza y a grabar, a dejar hablar y a seguir grabando, no hay mejor manera de visitar la realidad más que estar de pir junto a ella. Bien valorada película nos va a mostrar la crudeza y verdad de un lugar de Barcelona sobre el que es difícil saber con certeza más allá de la televisión o siendo un vecino directo. La gente olvidada siempre es recordad por los amantes del documental, porque son precisamente carne e cañón de un tipo de edición audiovisual que se caracteriza por no dramatizar sino mostrar.
Lástima de su poca difusión en las salas de cartelera aunque haya sido muy vista a nivel festivalero con presencias importantes en el mercado de este tipo de muestras consiguiendo la Briznaga de plata al mejor documental del Festival de Málaga 2007 como más importante premio. Lejano a todo esto, el doble sentir de un par de realizadores que se tomaron su tiempo tras el film, casi cuatro años de recogida de imágenes y el desarrollo al fin de un producto que me parece está carente simplemente de muestra, sino que tendrá implícito un sentimiento de denuncia tras tantos años de ver y callar. Bien, aunque el aporte de la cámara en mano no es nada espectacular ni elaborado, lo importante no es eso precisamente.