Crítica de la película The Ladykillers por Romulo

Mira que han hecho un poco de todo, eh. Dramas existencialistas en calurosos hoteles -con vecino psicópata-; film noirs clásicos -si es que lo suyo puede ser clásico-; comedias surrealistas y de temporalidad elástica y retorcida; parodias con evidentes tintes políticos, y sobre todo, toda clase de rarezas y marcianadas.

Y de repente, ahora, después de tanto tiempo, ellos, justo ellos, se nos meten en un pantano de aguas bastante peligrosas: Los Coen han hecho un remake.

Sí, un remake, ese término que los americanos usan para designar, así literal y burdamente, una vieja película 're-hecha'. Y en este caso, la joya elegida es 'El quinteto de la muerte', aquella deliciosa comedia negra que dirigiera Alexander Mackendrik, con actores de la talla de Alec Guiness y Peter Sellers. Recordemos a aquella maravillosa viejecita que alquilaba a 5 gángsters sendas habitaciones, creyéndoles músicos de un curioso quinteto que, en realidad, tocaban otra clase de instrumentos.

Su título original fue The Ladykillers, y es así mismo como han bautizado Joel y Ethan Coen su versión de la historia. Para la ocasión, se han rodeado de un equipo de actores de poco nombre -o más bien, casi, desconocidos-... salvo por el apellido sobre el que cae el peso de la trama: Hanks. Sí, Forrets Hanks, o Tom Gump, como prefiráis, es el nuevo 'chico Coen', después de gente tan ilustre como Turturro, Goodman o Clooney.

Y, creerme, eso no va a ser ningún problema. Coño, el hombre es bueno, hay que reconocerlo, aunque en ocasiones resulte un tanto... como diría yo, cargante. Pero tengo la corazonada, lo sé, que los Coen van a saber jugar con el mejor Hanks. El problema no es ese. El problema es que los Coen van a trabajar a la sombra de una maravillosa y vieja comedia. Claro que se saltarán el espíritu de aquella a la torera y llevarán todo a su terreno, a su estilo, a sus maneras. Y, al final, resultará ser una película tan 'made in Coen' como Barton Fink o El Gran Salto. Pero uno tiene la impresión de que no será lo mismo; y es que no, no parten -como casi siempre- de esas historias nacidas de la yuxtaposición de mil rarezas, paridas por dos mentes enfermas y hermanas.

Me lo veo venir. Desde luego no va a ser ninguna decepción, y veremos toda la película con una larguísima sonrisa en el rostro. De vez en cuando, carcajadas. Pero pensando que, quizás la próxima, vuelva a estar al mejor nivel de los hermanos Coen.

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