¿Se hace cine de terror en Brasil? Efectivamente, en el país latino no solo existen producciones de género, sino que de sus entrañas surgió hace años un icono olvidado del cine de terror como es Zé do Caixão. Este macabro enterrador de uñas largas hizo de las suyas en películas como Esta noite encarnarei no teu cadáver o A meia noite levarei sua alma y regresa ahora para cerrar una trilogía inconclusa. Su creador, José Mojica Marins, va mucho más allá de una especie de Jesús Franco brasilero. Hablamos de un creador de universos bizarros, morbosos y delirantes en los que el director se transmuta en su personaje. El hecho es que Mojica Marins creó escuela. Su obra ha influenciado a grandes nombres del terror como Wes Craven o Frank Hennelotter.
Con estos precedentes ya sabemos que Encarnaçao do Demonio no es una película para todo el mundo. La radicalidad de su propuesta solo la hace apta para espectadores con la mente muy abierta. Es comprensible que a su paso por Venecia levantara no pocos desaires entre la crítica especializada, que nunca ha sido demasiado amiga de este tipo de historias. En cualquier caso, debe ser entendida como una película de autor. Sería una lástima quedarse solo con su apariencia de serie Z. En efecto, el regreso de Zé do Caixão no es solo una gamberrada casposa carioca, sino que el director cree firmemente en la visión de su discurso cinematográfico y eso ya es decir mucho. De todos modos, tampoco certifica que Latinoamérica sea esa bestia dormida que despertará para salvar al mundo del séptimo arte.