Crítica de la película Quemar después de leer por Iñaki Ortiz

No es necesario a estas alturas empezar a divagar sobre el inmenso talento de los hermanos Coen, ni empezar a numerar sus títulos, muchos de ellos impecables. Son los Coen, ya los conocemos todos de sobra y vienen con las pilas más cargadas que nunca después de triunfar en los Oscar de este año con su última película, la interesante No es país para viejos.

Ahora vuelven a la comedia, un género en el que se mueven como peces en el agua, no hay más que pensar en El gran Lebowski, aunque si nos fijamos en cualquiera de sus películas, sea del género que sea, veremos una carga importante de sentido del humor. Nos regalarán una fina parodia del cine de espías que seguramente contará con numerosas referencias estéticas y de situación.

Para esta película se han rodeado de un importantísimo reparto, tanto si hablamos de calidad o nos referimos al estrellato. Tenemos a George Clooney, un actor que ya ha trabajado con ellos en varias ocasiones, como por ejemplo, en Crueldad Intolerable. Clooney es un actor bien dotado para la comedia y muy interesado en trabajar en proyectos de calidad. A su lado, su amigo, la estrella por excelencia, Brad Pitt, que últimamente está buscando refugiarse en proyectos serios con directores de renombre, quizá bien consciente de que poco a poco se acaban sus años de lucir palmito, o simplemente tan cubierto de dinero que ya busca otras motivaciones. Se suma un actor como la copa de un pino, John Malkovich, y dos grandísimas actrices, Tilda Swinton y Frances McDormand, una habitual del cine de los Coen.

Con estos referentes, y en un buen momento de la carrera de los Coen, todo pinta bien para que podamos ver una muy buena película. La acogida en el festival de Venecia fue bastante buena, y ahora ha sido elegida para la sección Perlas del Festival de San Sebastián. Sin duda será una de las más.