Fundido a negro es el mejor film que tiene en su haber este director/actor, Oliver Parker. La película me acabó decepcionando y eso que tenía una temática mucho más sugerente, así que ahora y viendo otros films en su lista como Supercañeras por ejemplo, uno se puede hacer a la idea de qué resultado final puede tener esta nueva intentona.
Una cosa dificulta realmente el hecho de acabar fallando en la adaptación de esta novela de Oscar Wilde, y es que es difícil de adaptar, incluso su mejor versión, la de 1945 (Angela Lansbury sale como curiosidad), tiene ese tono de mucho hablar y venga ir y venir, y no termina de ser algo creíble y además ridículo aunque loable en cuanto al espíritu de la misma. Una clara novela que disfrutar más en libro, como todas, pero esta incluso siempre.
Mal recibida en su estreno en Sitges de este año, tiene pinta de pararse en mostrar capacidades que no harán falta tratando de hacer amena y más moderna la historia, pero infructuoso y con malos matices. Matices que tendrán que aplicar dos caras de palo, el actor de Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian, Ben Barnes y Colin Firth, próximamente en Un hombre soltero, que se atreve con mucho pero hace bien más bien poco. No me gusta.