Enrique Urbizu es el rey del
cine de género en España. Ese cine seco, directo, y que no tiene
mayores pretensiones que la de hacer un trabajo profesional que deje
buen sabor de boca al espectador. Bebiendo mucho del cine americano,
claro está, pero al mismo tiempo, sin plegarse estúpidamente a él
como ocurre con otros intentos de género en nuestro país que no
dejan de chirriar. Y es que lo que vale para los americanos, que son
en sí mismos como una gran película, no tiene porque encajar dentro de
nuestras fronteras. Urbizu sabe muy bien qué tipo de criminal es
creíble en España, y qué comportamientos encajan, para sacarles
todo el partido.
Como era de esperar, el director cuenta
de nuevo con José Coronado. La colaboración entre ambos ha
sido hasta ahora muy positiva, sacando lo mejor del actor, trasladándolo a nuevos
registros, inesperados, en los que Coronado ha respondido de sobra.
Por lo demás, un reparto con nombres menos conocidos, bastante
intercultural, pero siempre con cierta imagen potente.
Su nueva película ha sido seleccionada
en la sección oficial del festival de San Sebastián. Me parece una
opción interesante, que reconoce el valor de ese otro cine en
nuestro país, fuera del cine social. Ya sea en el festival o en su
futuro estreno en salas, una opción para acercarse al cine español
para los más reacios.